Avena: un supercereal para la dieta del deportista

Avena: un supercereal para la dieta del deportista

La alimentación de un deportista es un punto de preocupación en muchos de ellos: llevar a cabo la dieta adecuada puede mejorar el desempeño de los atletas considerablemente. Por eso, en la búsqueda de los mejores alimentos florece la sencilla avena como un supercereal.

Esto porque la avena se caracteriza por ser un cereal con grandes propiedades nutritivas, sumamente energético y como la joya de la corona, es de muy fácil digestión. Estas características convierten a la avena en toda una protagonista a la hora de elegir los mejores alimentos para los deportistas.

Y no se trata de un cereal que sólo pueda ser consumido en un desayuno: por el contrario, la avena es un noble cereal que se adapta a múltiples preparaciones que se pueden ir incorporando a la alimentación de cada día.

Otro interesante dato de este súper cereal es que en los 80´ la avena fue reconocida como un alimento cuyas propiedades tienen efectos sobre la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Componentes de la avena

Entre los principales componentes de este superceral se encuentra una gran cantidad de proteínas. De hecho, es uno de los cereales que más proteínas posee.

La avena está compuesta también de minerales como hierro, manganeso, fósforo, magnesio y potasio. Se encuentra presente en su composición el ácido linoleico, conocido como uno de los mejores ácidos grasos sanos.

Entre las vitaminas que cuenta este supercereal se encuentran la vitamina E y vitaminas B. De esta última, posee grandes cantidades de vitamina B1, que está relacionada con la reducción de la ansiedad y la mejora de los cuadros depresivos.

También se encuentra entre sus componentes la avenosa, sustancia que es muy apropiada tanto para la dieta de los deportistas y atletas como para estudiantes.

Aportes de la avena

Una de los principales aportes de la avena a la dieta es que posee hidratos de carbono de asimilación lenta. Esto contribuye a que el organismo se mantenga saciado por más tiempo, mientras que los niveles de azúcar en la sangre se mantendrán estables también por más tiempo. Además, el consumo de avena evita los desequilibrios súbitos en los niveles de glucosa.

La avena contiene también altas cantidades de fibra soluble (polisacáridos como el glucano). La noticia es que se ha comprobado que los glucanos son efectivos en la prevención y reducción de enfermedades como algunos tipos de cáncer, la resistencia a la insulina, niveles altos de colesterol, diversas enfermedades coronarias, daño hepático y también promueven el crecimiento de la microbiota intestinal benéfica.

Estudios científicos han demostrado que la avena es un poderoso antioxidante. Si entendemos los antioxidantes como sustancias que previenen la oxidación de un sustrato y protegen a las células de los efectos de los radicales libres, la avena entonces es un gran aliado para evitar la oxidación.

Otro de los maravillosos efectos de la avena es que es capaz de estimular la glándula tiroides, por lo que se considera capaz de aumentar el metabolismo. Por eso, a pesar que posee un valor calórico considerable, se considera una aliada para el adelgazamiento.

Para aquellas personas que se encuentran en proceso de lactancia, la avena aumenta la producción y puede mejorar el sabor de la leche materna.

Cómo usar la avena

Es posible que no hayas usado nunca este maravilloso supercereal en tu dieta. Por eso, acá hemos preparado algunas maneras en las que puedes servirte de su uso e incorporarlo en tu dieta de todos los días.

  • En grano. Esta es la más natural de todas las formas en las que viene la avena. Tendrás que hervirla durante 45 minutos, con agua que triplique su volumen. Luego de este tiempo, se procede a poner los granos de avena en una superficie dura como un mesón y se aplastan con un rodillo. Al secarse, quedarán los tradicionales copos de avena. Esta preparación puede molerse también para obtener harina de avena.
  • En infusión. Para obtener infusión de avena se cocinan 4 cucharadas de avena en dos litros de agua hasta que la mezcla se haya reducido a la mitad, es decir, un litro.
  • Agua de avena. Para obtener agua de avena, bastará con dejar en remojo durante toda la noche una proporción de tres cucharadas de avena en un vaso con agua. En la mañana, se podrá ingerir el líquido y comer la avena.
  • Salvado de avena. Esta parte de la avena se puede agregar a diferentes preparaciones, ya que aporta considerables cantidades de fibra y minerales. Se puede incorporar fácilmente a mezclas para preparar panes y otras preparaciones, con la única precaución que se ingiera bastante líquido, pues podría causar estreñimiento.
  • Copos de avena. Es la forma más tradicional y también la más comercializada. Con ella se pueden hacer atoles, ensaladas, panes, batidos. Al molerla se convierte en harina. Se considera que la harina de avena es semi-panificable, por lo que se recomienda mezclarla con otras harinas.

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