Esterilidad y tóxicos ambientales

Esterilidad y tóxicos ambientales

En la última década se ha despertado un creciente interés científico por determinar la relación entre la calidad, tanto de los óvulos en las mujeres como de la esperma en el hombre, y la exposición a elementos contaminantes y tóxicos.

Preocupa cada vez más la probabilidad de que estos elementos sean causantes de esterilidad.

Aunque la esterilidad o infertilidad es más frecuente en las mujeres, los varones forman parte de un importante número de personas afectadas en todo el mundo.

Y es que, al parecer, en la mitad o en un porcentaje significativo de los varones, la esterilidad puede atribuirse o guarda estrecha relación con la exposición a elementos tóxicos en el ambiente.

La relación entre la esterilidad y los agentes tóxicos o químicos del ambiente.
La relación entre la esterilidad y los agentes tóxicos o químicos del ambiente.

Lo que revelan algunos estudios sobre la esterilidad

Por un lado, desde hace muchos años, se conoce la relación existente entre la contaminación del ambiente y la esterilidad masculina o poca calidad del semen. Lo que se ignoraba, es que también podía afectar las capacidades para la maternidad.

En el caso de las mujeres, recientes estudios han permitido relacionar la pérdida de la fertilidad con la contaminación ambiental.

Esencialmente, lo que sucede es que a las mujeres se les presenta una especie de menopausia precoz al verse reducida su reserva ovárica por los efectos de los tóxicos y contaminantes en un porcentaje muy alto, aun cuando sigan teniendo normalmente la menstruación.

Cerca del 20% la menopausia precoz se da por factores de tipo clásico, como enfermedades cromosómicas, factores hereditarios, endometriosis, patologías autoinmunes o tratamientos por radioterapia o quimioterapia.

El 80% restante, de acuerdo con los estudios referidos, se debe a los efectos perniciosos de los pesticidas, las dioxinas, los hidrocarburos aromatizados, el plomo, el tabaco, los diseños policromados y los irruptores estrogénicos.

Aunque muchas sustancias y materiales creados por el ser humano han servido para facilitar y darle comodidad en la vida diaria, la naturaleza no puede degradarlos ni metabolizarlos, siendo sus efectos en la salud altamente negativos.

Y por esa nocividad ya evidente es que urgen cambios en las políticas sobre el medio ambiente, puesto que es cada vez más notoria la manera como una gran cantidad de productos artificiales están afectando tanto la fertilidad femenina como la masculina.

Durante y después de la gestación

Una vez determinada la cantidad de agentes químicos y materiales que afectan en un altísimo porcentaje la fertilidad de los seres humanos, casi por igual en hombres y mujeres, debe saberse que ese daño no termina ahí.

La fertilidad en las mujeres empieza en los meses de gestación de los bebés femeninos. Los fetos, a los cinco meses ya tienen toda su reserva ovárica, de manera que si la grasa de la madre acumula tóxicos, esa reserva ovárica será de baja calidad y mucho menor en cantidad de lo que debería ser.

Incluso algunas investigaciones han revelado la presencia de productos tóxicos como el DDT en la leche materna de mujeres de algunas regiones de España.

Y esa es razón suficiente para que se tenga información precisa y mucha conciencia de lo que se consume con los alimentos y con otros productos como los cosméticos.

Los efectos de la contaminación están presentes en todas las etapas de la vida del ser humano, antes y después de la concepción y durante toda la vida.

Los productos tóxicos ambientales que actúan como disruptores endocrinos son tantos, que es difícil para los especialistas determinar cuáles son los más perniciosos para la fertilidad.

Lo que sí queda muy claro es que esos disruptores son causantes de la esterilidad masculina, malformaciones genitales, abortos y cáncer en los testículos, e igualmente causan infertilidad en las mujeres, pubertad precoz y cáncer de mama y de tiroides.

Otros estudios revelan que la exposición del feto a agentes contaminantes durante el período de gestación está asociado con la poca calidad del semen del varón adulto y con la gran probabilidad de cáncer en los testículos.

En ese mismo sentido ya son frecuentes las declaraciones y alertas de que las tasas de infertilidad siguen aumentando en todo el planeta y el factor principal podría ser la contaminación del ambiente, en particular por las partículas finas que flotan en el aire en todo el mundo industrializado.

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