La falta de sueño afecta nuestras bacterias intestinales

Bacterias intestinales, la falta de sueño también les afecta.

Dormir mal así como pasar noches en velas, además de desagradable, tiene consecuencias directas en la salud. Se trata de un problema habitual que afecta a un gran número de personas, en ocasiones, como resultado de una mala nutrición y a la ingesta excesiva de azúcares y grasas, entre otros.

Conocer las verdaderas causas del insomnio es esencial para atajar las secuelas. Al parecer, el origen del problema está en los intestinos. Aunque los científicos no han probado aún el fuerte vínculo que existe entre salud intestinal y reposo nocturno, si coinciden en que menos horas de descanso pueden afectar a la flora intestinal.

Bacterias intestinales, la relación del descanso. Vitaplus, la marca innovadora en probióticos.
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Relación entre bacterias intestinales e insomnio

Las bacterias del intestino no solo intervienen en la digestión de los alimentos; también juegan un rol determinante en diversos procesos corporales, desde las enfermedades gastrointestinales, como el colon irritable, hasta los estados de ánimo, la salud mental e incluso la obesidad.

Según ciertos estudios, los microbios intestinales podrían influir además en cómo dormimos.

Si bien la investigación para establecer la relación entre bacterias intestinales y falta de sueño es reciente, la comunidad científica ya sabe que el insomnio afecta al organismo e incrementa el riesgo de sufrir enfermedades crónicas como, por ejemplo, diabetes tipo 2 u obesidad.

Un estudio de laboratorio reveló que un grupo de ratas alimentadas a partir de una dieta prebiótica (fibra que proporciona alimento a las bacterias intestinales), conseguía un mejor sueño que las ratas (grupo de control) que se alimentaban de dieta habitual.
Los científicos relacionaron este sueño de calidad con aumentos de la popular cepa probiótica Lactobacillus rhamnosus.

De hecho, cuando las ratas experimentan estrés relacionado con la falta de sueño, duran más tiempo en la fase del sueño de movimientos oculares rápido (sueño MOR). Sin embargo, para confirmar cómo afecta específicamente el microbioma al sueño, es preciso que los investigadores aíslen sus síntomas de los demás efectos sobre la salud física o mental.

Algunos estudios han demostrado igualmente cómo las alteraciones de las bacterias intestinales influyen en los estados depresivos, los cuales a su vez impiden conciliar el sueño. Otras investigaciones revelan que un sueño deficiente o de mala calidad puede afectar el microbioma, y no al contrario.

Debido al impacto del microbioma en el organismo, no sorprende que los principales trastornos de salud, como la falta de sueño, se asocian con éste. No obstante, estos vínculos requieren una mayor investigación, es decir, poder determinar a ciencia cierta cómo afecta el insomnio prolongado a las bacterias intestinales.
En todo caso, dormir lo suficiente es lo mejor en todos los sentidos.

La falta de sueño afecta nuestras bacterias intestinales

Dormir mal así como pasar noches en velas, además de desagradable, tiene consecuencias directas en la salud. Se trata de un problema habitual que afecta a un gran número de personas, en ocasiones, como resultado de una mala nutrición y a la ingesta excesiva de azúcares y grasas, entre otros.

Conocer las verdaderas causas del insomnio es esencial para atajar las secuelas. Al parecer, el origen del problema está en los intestinos. Aunque los científicos no han probado aún el fuerte vínculo que existe entre salud intestinal y reposo nocturno, si coinciden en que menos horas de descanso pueden afectar a la flora intestinal.

Relación entre bacterias intestinales e insomnio

Las bacterias del intestino no solo intervienen en la digestión de los alimentos; también juegan un rol determinante en diversos procesos corporales, desde las enfermedades gastrointestinales, como el colon irritable, hasta los estados de ánimo, la salud mental e incluso la obesidad.

Según ciertos estudios, los microbios intestinales podrían influir además en cómo dormimos.

Si bien la investigación para establecer la relación entre bacterias intestinales y falta de sueño es reciente, la comunidad científica ya sabe que el insomnio afecta al organismo e incrementa el riesgo de sufrir enfermedades crónicas como, por ejemplo, diabetes tipo 2 u obesidad.

Un estudio de laboratorio reveló que un grupo de ratas alimentadas a partir de una dieta prebiótica (fibra que proporciona alimento a las bacterias intestinales), conseguía un mejor sueño que las ratas (grupo de control) que se alimentaban de dieta habitual.
Los científicos relacionaron este sueño de calidad con aumentos de la popular cepa probiótica Lactobacillus rhamnosus.

De hecho, cuando las ratas experimentan estrés relacionado con la falta de sueño, duran más tiempo en la fase del sueño de movimientos oculares rápido (sueño MOR). Sin embargo, para confirmar cómo afecta específicamente el microbioma al sueño, es preciso que los investigadores aíslen sus síntomas de los demás efectos sobre la salud física o mental.

Algunos estudios han demostrado igualmente cómo las alteraciones de las bacterias intestinales influyen en los estados depresivos, los cuales a su vez impiden conciliar el sueño. Otras investigaciones revelan que un sueño deficiente o de mala calidad puede afectar el microbioma, y no al contrario.

Debido al impacto del microbioma en el organismo, no sorprende que los principales trastornos de salud, como la falta de sueño, se asocian con éste. No obstante, estos vínculos requieren una mayor investigación, es decir, poder determinar a ciencia cierta cómo afecta el insomnio prolongado a las bacterias intestinales.
En todo caso, dormir lo suficiente es lo mejor en todos los sentidos.

Los prebióticos pueden mejorar el insomnio

Cada vez es más evidente que el sueño altera la flora intestinal, pero a su vez ésta influye también en el sueño. De ahí que muchos investigadores sugieren que una dieta rica en alimentos prebióticos pueda contribuir a mejorar la falta de sueño, así como cualquier desequilibrio de las bacterias intestinales.

Por cierto, los alimentos prebióticos ayudan a que las bacterias buenas del organismo estén más lustrosas y sanas. Algunos de ellos son, por ejemplo, ajo crudo, cebollas, puerros, diente de león, alcachofas, achicoria y bardana entre otros, aunque a nivel molecular se les conoce generalmente como alimentos ricos en fructooligosacáridos e inulina.

Los prebióticos pueden reducir además el impacto fisiológico del estrés. Según un investigador de la Universidad de Colorado, estos alimentos dietéticos mejoran considerablemente el sueño REM y n-REM tras un evento estresante.
Después que las bacterias buenas de nuestro cuerpo ingieren y asimilan esta fibra prebiótica, empiezan a multiplicarse, lo que beneficia sustancialmente al intestino.

También producen subproductos metabólicos que pueden mejorar la función cerebral, según los expertos que investigan el papel del microbioma en el proceso digestivo y metabólico del ser humano. Pese a estos resultados positivos, los científicos consideran que es muy pronto para prescribir prebióticos en la dieta diaria.

Eso no significa que sean perjudiciales: al contrario, benefician la salud del microbioma y, en definitiva, nuestra propia vida. En cualquier caso, lo más recomendable para dormir mejor es regular la dieta antes de acostarse. No es ningún secreto que una dieta con base en alimentos procesados, de alto índice glucémico e incluso grasos, afecta a la buena higiene del sueño.

Es preferible adoptar un régimen alimenticio más saludable. Por ejemplo, comidas con un alto contenido de fibra, quesos de buena calidad, yogures, nueces o semillas, café descafeinado, té verde, vegetales o cereales integrales. Si la alimentación es saludable, todo nuestro organismo lo agradecerá, especialmente a la hora de dormir.

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Intolerancia alimentaria
Intolerancia alimentaria

 

Un médico digestivo o internista debe decidir cual es el tratamiento farmacológico más adecuado para el paciente con intolerancias alimentarias. Es importante que el médico recomiende a su vez un tratamiento con probióticos orales de última generación y específicos como VITAPLUS® Boulardii (productos con una combinación de diez probióticos específicos) que restauran la microbiota intestinal dañada y tienen efecto antiinflamatorio.

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